SOY VIRGINIA. Aquí te cuento un poco sobre mi.

MI NIÑA:

De niña fui una contempladora profunda del mundo. Me perdía en las nubes, en las caras de la gente en el ómnibus, y me gustaba construir historias en las manchas de humedad del techo de bovedillas de la casa de mi abuela.

Dibujaba cada día, y ofrecía inocentemente dibujitos en la vereda de la casa en donde crecí, en mi barrio en Montevideo, entre carros de carnaval y tortas caseras.

Los días de escuela esperaba con ansias que lloviera, para que la maestra nos dejara pasar la tarde dibujando.

Tuve una niñez donde crear era obligatorio y estuvo colmada de experiencias que me llenaron de sentido de búsqueda.

MI ADOLESCENTE:

La primer búsqueda de respuestas, fue en mi educación. 

Pasé largos años estudiando, mientras trabajaba e inventaba algún emprendimiento creativo.

Hubieron varias etapas de búsqueda en las artes: estudié música, fotografía, grabado, pintura al óleo, infografía de arquitectura, paisajismo y arquitectura entre otras cosas.

Mientras oía las clases de teoría de la arquitectura, mis apuntes se llenaban de mini bocetos de obras de arte, obras arquitectónicas, y de las caras de los profesores.

VIAJAR:

Llegaron los 20 y largos años, y me fui de viaje de arquitectura pensando que eso me cambiaría la vida. Seguía buscando afuera. 

Nueve meses recorriendo el mundo en convivencia no aclararon nada, y sumado a que no estaba siendo feliz en mi trabajo, me metí en un nuevo viaje, hacia adentro. 

PNL, espiritualidad profunda, psicólogos, terapias y empecé a ver que se empezaba a encender una nueva chispa en mí. 

Renuncié a un trabajo de tiempo completo y fue así que me entregué al vacío de encontrarme. Seguía dibujando y pensé que si me formaba más en profundidad iba a entender mejor, y eso hice. Realicé varias formaciones, cursos y seminarios en relación a la ilustración.

MATERNAR Y CRIAR:

Una verdadera escuela donde se pone en juego todo lo aprendido y las heridas sin resolver salen a la luz. Inevitablemente te encuentras con tu sombra, toca la fibra, en tus vínculos, en las relaciones y en tu SER.

Profundicé en mi árbol genealógico, me formé como terapeuta transgeneracional con mi hijo bebé en brazos. 

En medio de un proceso terapéutico y con mi niña latente, ilustré mi árbol genealógico con consciencia. La revelación fué encontrarme con lo que me devolvía la ilustración de cada personaje, el poder conversar íntimamente con ella, hablar con mi inconsciente familiar.

Lo que luego nombré ilustración consciente. O bien podría llamarse ilustración viva.

MI ÁRBOL

Cada vez que miras a tu árbol puedes encontrar algo distinto. En cada trazo de las miradas, de la historia familiar, de las creencias que te formaron y hoy te toca desaprender. La historia cambia y se re-significa cuando cambiamos el lugar desde donde miramos. Cambiamos las creencias y nos transformamos.

Hoy vuelvo a tocar las heridas pero ya no duelen tanto, y encuentro un sentido al dolor. Que puede ser motor.

Pero aún habita en mi la niña creativa. Sigo realizando proyectos y asistiendo a formaciones y jornadas profesionales para seguir profesionalizando mi propio camino.

Paso gran parte de mi tiempo mental encontrando la sincronía entre los hechos que suceden en distintos tiempos y espacios. 

Me fascina comprobar en los grupos el inconsciente colectivo que nos con-mueve a todos de maneras tan inesperadas y parecidas. Muchas veces me sigo perdiendo en los detalles de lo simple, pero ahora puedo también crear y expresar lo que me con-mueve.

Un gran regalo de la vida fue volver a encontrarme dibujando con casi 30 años, como otro paso de una búsqueda que inició en la infancia, antes de contaminarme del mundo, de las creencias familiares, culturales y sociales. 

En ese tiempo en dónde ya las primeras heridas, buscaban un cobijo en el arte.

En mi presente es una grata confirmación de que es por acá, mi re-encuentro.

Me conmueve encontrarme con otras almas creativas, compartirnos, acompañar los procesos y comprobar que estamos todos hechos de preguntas. Brindarme en ese encuentro desde un lugar real, creativo, flexible y con sentido.

Si vos también sos un alma creativa y quieres hacer tribu me encantaría conocerte. Puedes ponerte en contacto conmigo.

Me gusta imaginarme que de viejita nos reencontraremos muchas de estas mujeres a compartir mates con yuyos y charlas en el taller y nos reiremos de lo que pensamos hoy que será el futuro. 

Aunque sospecho que esa anciana ya habita un poco en mí, en esta búsqueda que confío (y espero) que será mi para siempre.

Feliz de seguir conociendo almas creativas, si resuenas con alguna parte de mi historia te espero por aquí.

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