Dice el mito que Afrodita cumplía con un estereotipo de belleza idealizada, de cabello dorado, piel suave y con todo el cuerpo tonificado. Así la esculpieron, pintaron, semidesnuda y sensual como la Venus de Milo o el «Nacimiento de Venus» de Botticelli.
La diosa del amor, pero más certeramente la diosa de la sexualidad.
Ésta es mi versión. Afrodita, hija del cielo, lleva en ella las aguas del placer y entra en las aguas del inconsciente para encontrarse no necesitada, sintiendose menos sola, suficiente, merecedora, y sabiendo decir que sí y que no.
Te invito a ilustrar la tuya.
Gracias por leerme!
Un abrazo!
Vir
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